Cuando tus abuelos mandan la misma imagen al grupo familiar de WhatsApp.

Mi círculo familiar más cercano está bastante bien distribuido por el país, (norte, sur, oeste, golfo, etc.) por lo que para comunicarnos tenemos un grupo de WhatsApp donde nos damos los buenos días, las buenas noches, nos preguntamos cosas de la vida cotidiana, pedimos consejos, compartimos reflexiones y lo más importante: pasamos las típicas imágenes que yo y todos ustedes llamamos "de piolín".

Algunas muy interesantes, otras bastante reflexivas; simplemente forma parte de la actividad de este grupo, las comentamos, las alabamos y esto es prácticamente la dinámica más importante del chat. Sin embargo, hay sucesos que corrompen con la armonía universal de la conversación, y uno de ellos es cuando tus dos abuelos mandan la misma imagen.

En ese momento, es como si dos galaxias chocaran, el daño es irreparable, imagínenselo de una manera muy poética. El abuelo manda la imagen reflexiva de la noche, todos la vemos, nos asombramos, sentimos la sabiduría subir por nuestras columnas vertebrales mientras nuestros corazones palpitan sin cesar, a toda velocidad ¡OH GRAN JODOROWSKY! ¡Gracias por existir y envenen...! digo... ¡iluminar nuestras mentes! Brotan lágrimas por nuestros ojos, me siento feliz de estar vivo y de pronto... ¡Saz! La abuela manda la misma reflexión treinta segundos después. Todo el éxtasis desaparece, el tiempo se va alentando y solo sientes una gota de sudor escurrir por tu mejilla y caer al suelo tan despacio que escuchas la caída... ¡Splash! (de naranja).

De pronto sientes como la continuidad espacio-tiempo se desgarra, como ya nada tiene sentido, como ya no existe el pasado, el presente o el futuro. Como la forma del universo se comienza a alterar, como las leyes de la física se descontrolan, todo parece como un escenario postnuclear, comienzan a salir mutantes y sombras casi fantasmagóricas de tus paredes, todos los sonidos se distorsionan creando una sinfonía perfecta de caos y devastación (Remember Wagner). Dejas de sentir tus pies, tus brazos, tu espalda, tu cabeza. Pareciera que de repente tu alma se separa de tu cuerpo y tu vista se pintara de azul real y magenta, las cosas pierden toda relación que tenían con el espacio. Lo terrenal ya no tiene sentido, lo espiritual es una farsa: ¿por qué está ocurriendo esto? ¿Por qué una noche perfecta ha sido borrada para siempre? ¿Qué ocurrirá conmigo? ¿Qué acaso lo que fue dejará de ser?

Y cuando más perdido te sientes, cuando crees que es el final de, no solo el universo, si no del multiverso, uno de ellos, tus abuelos, manda otra imagen y todo regresa a la normalidad, la física se restaura, todo vuelve a donde pertenece, tu cuerpo se reincorpora a la realidad, tu mente olvida todo, tu alma descansa por fin. El estado metafísico en el que te encontrabas se borra para siempre, o hasta que otra pareja de abuelos vuelvan a caer en esa garrafal confusión.

Claro que si ustedes creen que nunca han experimentado algo similar es porque obviamente lo han olvidado por completo, ya que su mente lo ha suprimido. Simplemente es un pensamiento demasiado horrible como para rememorarlo. Ahora que si ustedes son los abuelos habrán pasado por una serie de situaciones completamente diferentes, debido a que, esto que acabo de describir solo le ocurre a los nietos y algunos hijos cuyos padres ya manda imágenes de "gaturro" a los grupos.

Por último, simplemente: ¡Feliz día de los abuelos!

#Edgar #Abuelo