Quiero que veas la luna.
- Un Astronauta
- 10 sept 2018
- 1 Min. de lectura
Voltea a la luna y mírala,
que ahora está
abandonada en ese mar,
eterno y negro,
lleno de la basta oscuridad, que ha secuestrado a las estrellas
por toda la eternidad.
Las tiene encerradas
en copas de frío cristal,
que lloran, a cascadas,
por su antigua libertad.
Voltea a la luna y mírala,
que ahora es
ese lunar blanco en la pared
que se queda por durante siglos
en el viejo umbral
de los muros de mi casa
que se construyen en soledad.
De plateado me pinta,
su fino riachuelo es
el que alimenta mi vista
y decora mi seca tez.
Voltea a la luna y mírala,
que ahora está
mordida en tenebrosidad.
Sus amigas la han abandonado,
pues, desde tierra,
hay millones de soles
envolviéndolas en opacidad.
Un astro que se encoje,
que muere en su hogar,
que ha sido olvidado por
la gélida humanidad.
Voltea a la luna y mírala,
que ya no está,
se ha ido sola a otro lugar.
Buscando pequeñas novas
con las que podrá cantar.
Escondiéndose de los luceros
que la quisieron matar.
Aullidos la reclaman, Se escucha el ulular,
De las bestias que la adoraban
Y ahora la han de extrañar.
Voltea a la luna y mírala,
que se ha de ir.
Poder debemos de disfrutar
sus blancos sollozos
y sus besos de helado metal.
Que inmersos nos tiene,
mortales en gozo y fugacidad.
No hay porque ignorarla,
A todos nos ha de amar.
Y cuando el óbito llegue,
ella también allí ha de estar
-Edgar Alcántara
10/9/18 en Luna Nueva
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