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Cuba: Dictadura número 1; dictadura número 2.

  • Edgar ♥
  • 10 abr 2018
  • 6 Min. de lectura


Es importante recalcar el enfoque parcial que tendrá este ensayo, pues me creo un defensor de la libertad e históricamente el comunismo y el marxismo han representado un antónimo muy bien aplicado. No es necesario recordar las diversas artimañas antidemocráticas que utilizaron los soviéticos bolcheviques, después de la Revolución de Octubre, para ganar mayoría en el congreso ruso (Sovnarkom). Basta con recordar las diversas campañas que emprendieron los comandantes del ejército rojo para departir distintos territorios del oriente europeo. No hay porque recordar a Zedong, a Chi Minh, a Stalin, a Kim Il Sung, a Perón, Allende y así muchos ejemplos.

Claro que mis enormes sentimientos de rechazo a las teorías marxistas, que se apoderaron de más de la mitad del mundo, no significan de ninguna forma que otorgo el perdón y olvido a las distintas desgracias provocadas por el voraz hambre de los países capitalistas, ya sabemos que entre Inglaterra y Francia dividieron África con regla y bolígrafo.

Más sin embargo, mi trabajo en este artículo es dar a conocer que un clavo no se saca con otro clavo y lo peor del caso es que el segundo clavo resultó ser muchísimo más grande.

Primeramente hay que analizar a la Revolución Cubana, no como un movimiento Gramscista, como el peronismo en Argentina, que ganó el gobierno del país a través de la democracia. Tanto Castro como "El Ché" aplicaron teorías marxistas, y aunque ellos (principalmente Raúl y Fidel) han negado ser comunistas, los hechos demuestran exactamente lo contrario.

1.1 Fulgencio Batista

Evidentemente la Revolución Cubana comenzó por algo, bien se decía que Batista era un dictador. Su llegada al poder fue más sutil que la de Castro, pero aún así ésta era de carácter golpista.

"Muy temprano en la mañana del 10 de marzo de 1952 salieron los tanques del cuartel Columbia de La Habana. Bajo el mando del coronel Fulgencio Batista, recorrieron las pocas cuadras que los separaban del Palacio Presidencial. El presidente Carlos Prío Socarrás, sin oponer resistencia alguna, cedió su lugar al antiguo sargento. Se consumó así, sin disparar un tiro y sin el menor incidente, el “madrugazo”, como se llamó al golpe batistiano, por su carácter mañanero". (Hernández, 2017)

Fulgencio Batista también tuvo un aire revolucionario. Cuba en general ha sido un país de dictaduras, antes de Prío, había sido Machado. Para los cubanos los pocos susurros de democracia eran de apreciarse, fueron décadas de poder militar y protesta social, en los que Batista junto con el profesor San Martín se volverían íconos políticos.

No por ello, San Martín y Batista eran completamente aliados, ya que muchos autores, consideran que fue Batista el que organizó el golpe que sacó al famoso "Presidente de los 100 días".

"El 15 de enero de 1934, y a instancias del ejército, se produjo la caída del gobierno de Grau San Martín. A partir de ese momento, Batista, o alguno de sus personeros, ejercerá el gobierno con el propósito de enterrar la revolución del ‘33 y restablecer el predominio del bloque oligárquico y pro yanqui" (Hernández, 2017)

Si bien, la revolución del 33 habría traído mejoras en las políticas sociales cubanas, el nacionalismo duraría poco en la isla, pues Batista junto con sus allegados dejarían olvidada aquel movimiento para retomar las relaciones con Estados Unidos y provocado el fulgor iracundo de los cubanos rebeldes.

"El golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 que organizó Fulgencio Batista, expresidente de la República de 1940 a 1944, puso fin al orden constitucional y derrocó al gobierno democráticamente elegido de Carlos Prío Socarrás, unos meses antes de las elecciones presidenciales de junio de 1952."

Batista, que era bien conocido como un feroz anticomunista, fue quién inicio relaciones con la Unión de Republicas Soviéticas Socialistas molestando (incomodando) a Washington por sus estrechas relaciones comerciales.

Los americanos, pocas veces intervinieron en las feroces y violentas políticas de Batista en contra de la oposición; se veían en ese entonces a un dictador inflexible y a unos vecinos ciego y despreocupados. Sin embargo, mientras Batista evacuaba familias enteras de las sierras, cunas de las guerrillas, EEUU elogiaba lo que llamaban "un vigoroso debate público".

Y entonces, si el gobierno de Fulgencio Batista era esencialmente dictatorial y prácticamente una pesadilla gubernamental: un estado fallido ¿Qué provocó que los cubanos confiaran en las guerrillas cuya metodología no era tan distinta al militarismo batistiano?

1.2 Castro, Castrito, Guevara y Cienfuegos.

"Raúl Castro presentó a su hermano Fidel al “El Che”, y hablaron por 10 horas de manera interrumpida, al término de la cuales Guevara se había convertido en un miembro más de la expedición que habrían de hacer a Cuba para liberar a ese país del yugo de Fulgencio Batista." (Excélsior, 2014).

Si bien, esta escena es un hito histórico, se desarrolló en la misma Ciudad de México, en donde no solo nació la Revolución Cubana, sino también donde se desarrollo, se idealizo y se alimento de lo que antes ninguno de los Castro conocía: el marxismo.

La Revolución Cubana tiene como cuna la Plaza de las Tres Culturas y como escuela las sierras cubanas, las distintas guerrillas rebeldes se hicieron ahí. Fue gracias a las astucia de Guevara y Cienfuegos que este movimiento fue exitoso; sus estrategias militares ayudaron a combatir victoriosamente al marchito régimen militar batitista, instaurando entonces, un nuevo régimen paramilitar, un gobierno guerrillero, tal como Marx lo estipuló: un gobierno con sangre.

Las políticas económicas de Cuba se basaron en las ideas más cliché del marxismo, el estado hiperpaternalista, la ultranacionalización de los medios de producción, la centralización de la banca y el gran estado de bienestar e interventor. Pareciese que Castro se quedó en las revoluciones de los 30's, apartando por completo las teorías comunistas nacientes después de la Segunda Guerra Mundial. Una especie de conservador entre los "liberales".

Sin embargo, una dictadura de casi 60 años no se puede mantener sola; Cuba representó para la URSS un aliado poderoso e importante:

"El catedrático Clive Foss, de la Universidad de Georgetown, asegura que el estado cubano alcanzó una deuda estimada en 18.300 millones de dólares con la URSS, porque le vendía el azúcar caro y compraba el petróleo barato." (CiberCuba, 2017)

La Cuba castrista sobrevivió gracias a los distintos subsidios que la Unión Soviética les aportaba, sin embargo, "Mamá Soviet" no duraría para siempre y pasaría a llevarse a la tumba a todos sus hijos.

Recién caída la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, en 1991, Cuba entró en lo que ahora se conoce como "El Periodo Espacial". Una crisis económica que se extendió hasta el 99, en la que todas sus actividades económicas decayeron a puntos alarmantes afectando directamente al PIB (Una caída del 36%).

No fue hasta la llegada de Hugo Chávez a "La Grande" en Venezuela, que Cuba se tomó un respiro y "recuperó" su esplendor económico. Han sido casi 18 años en los que el país con la mayor reserva de petróleo del mundo, y el que cuenta con la mayor inflación (2000% en diciembre del 2017), ha subsidiado un modelo socialista fracasado.

Orlando Zamora, experto del Banco Central de Venezuela, antiguo jefe de la división de Riesgo Cambiario, sostiene que los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro han dado a Fidel y Raúl Castro alrededor de 40.000 millones de dólares en 17 años. (S.A, 2017).

Un informe del periódico "Expansión" (2014) dice que: "Putin (...) condonara 90% de la deuda de La Habana con la antigua Unión Soviética, de unos 35,200 millones de dólares, tema que durante mucho tiempo obstaculizó la normalización de las relaciones entre Cuba y Rusia."

Adicional a lo anterior, el resto de la deuda, podrá ser pagada a lo largo de los siguientes diez años (hasta 2024).

1.3 El bueno, el malo, el viejo y el diablo.

Entonces ¿qué es lo que celebran los grandes socialistas del siglo XXI? Si bien, Fidel Castro es el héroe del siglo XX, un ícono que nadie olvida y todos admiran, una figura merecedora de medallas y listones, no se han podido observar en Cuba grandes mejorías, ni siquiera antes del famoso "Periodo Especial".

No vale la pena hablar del servicio de salud cubano, que gracias a la divulgación y propaganda que puedes encontrar en las redes sociales, se han desmantelado las mentiras de "la mejor medicina del mundo". Donde los mejores hospitales del país, se encuentran en la zona hotelera de la Habana.

No vale la pena hablar del sistema de cobertura educativa. Educación básica, basada completamente en el adoctrinamiento político, en donde se leen fábulas del Che Guevara y frases como: "El Che lucho contra Batista".

Es evidente que el periodo gubernamental (si es que se le puede llamar así) de Batista no es de extrañarse, pero nos hemos dado cuenta que el gran clavo que fue el castrismo, simplemente enterró más en el contexto social cubano, la opresión y decadencia del batitismo.

Para finalizar este texto, quiero hacer una pregunta:

¿Qué es lo que celebran los que dicen que Cuba es un modelo a seguir? ¿La opresión, la dictadura, el hambre, la mafia, el dolor? ¿A un genocida, a un dictador, a su hermano el cómplice y un arlequín guerrillero?

Sin embargo, ahora México atraviesa una época de gran debate ideológico, en el que está en juego el futuro de una nación. En el que de la nada surgieron alternativas y candidatos con escobillas mágicas que pasaran a cambiar las cosas y transformarlas en la sociedad perfecta.

Resulta que en el inconsciente mexicano se ha olvidado no solo la historia propia, sino que también hemos pasado a aislar las distintas anécdotas que nos cuentan nuestros países hermanos. Es importante que se deje de analizar a Cuba como el resultado del experimento de un niño en un matraz, México, al ser vecino de aquella isla, necesita comenzar a observar a Cuba, como un ejemplo, de que más allá de derechas o izquierdas, el verdadero peligro es la demagogia, el populismo y el autoritarismo.


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