Tentación.

Fueron cuarenta y una generaciones entre David y Jesús. Es difícil no pensar en ello cuando te restriegan en la cara cuanto sufrió por nosotros. Es injusto además de todo. Se le crucificó por autoproclamarse como Rey de los Judíos cuando en verdad lo era y no por mandato divino, sino por legítima sucesión. De no ser por los malditos romanos Cristo habría nacido en su palacio y no en un pesebre rodeado de ganado. ¿Quién hubiera necesitado a la Estrella de Belén si una comitiva real se hubiera encargado de esparcir la noticia por toda Israel? Así Herodes encontraría al Hijo de Dios mucho más rápido y sin necesidad de masacrar niños, sin embargo, esta vez tendría que arrodillársele.

-No importan las sucesiones cuando eres el hijo de Dios. Poncio Pilato no entendió eso y por eso lo entregó a su crucifixión.

Pero válgame, después de todo la Biblia se imprimió en latín, parece que los romanos no eran tan malos, que merecen perdón histórico (claro, si a esto se le puede llamar así). O puede ocurrir lo contrario, que esos rufianes ya hayan pagado. Por supuesto, destruyeron su legado, su mitología y sus tradiciones. Además de que erigieron iglesias en su capital. Pagaron las persecuciones, tanto que no hay país latino que ahora no le rece al más grande rebelde de la historia.

-Jesús era un sabio, no un rebelde. Pero ¿qué puede saber un condenado a muerte?

Sin embargo, aún no dejo de ver contradicción. Los cristianos no pueden odiar a los romanos porque esencialmente lo son. Por otra parte, también son bastante críticos con los judíos, no los dejan tener razón. Pero ¿qué Jesús de Nazaret no era uno? Porque hasta donde comprendo no hubo un proceso de conversión entre la cruz y El Paraíso. Además de todo, sé que Él fue judío hasta el final. Nunca abandonó su fe y no creo que Él se hubiera autodenominado cristiano llamándose Cristo, es muy egocéntrico y por supuesto que no lo era.

-Jesús nació y murió judío. San Pedro fue el primer cristiano…

Entonces quién se equivoca. Puede ser que los judíos se hayan condenado condenando al Hijo de Yahvé. El día del juicio final al Pueblo de Dios se le marcará la frente para poder distinguirlos de los hijos de perra que se pudrirán en los infiernos. San Juan es bastante explícito: están con Él o no lo están. Probablemente los Ángeles no distingan las suplicas mientras el estruendo de sus campanas anuncian nuestra perdición.

-Dios será misericordioso con los que demuestren su fe. Tal vez tu deberías mostrarte temeroso de Él. Morirás.

Existe la posibilidad de que algunos cristianos tampoco estén en lo correcto siendo déspotas con los judíos. Desde Moisés el pueblo israelí ha sido perseguido y eso les debería incumbir, porque hasta donde no mal recuerdo, también vienen de Israel, quiero decir ¿qué no le rezan a Abraham? ¿A David? Recuérdelo: cuarenta y una veces tatarabuelo.

-Todos somos hijos de Dios e hijos de Adán. Hijos de Noé e hijos de Abraham. No veo ninguna diferencia entre nosotros y ellos. Al final le rendimos cuentas a la misma deidad.

O bien, puede existir una tercera opción, que cristianos y judíos sean, ante Dios, la misma basura humana que se disputa si Jesús es Cristo o si Jerusalén les pertenece a los arrepentidos católicos, los mártires judíos o los hombres bomba (no quiero ser racista, por supuesto sé que los musulmanes no solo usan bombas para matar). El día de mañana tal vez no comparta el Edén con Jesucristo, pero me gustaría saber hacia dónde carajos iré después de cumplir mi deuda con la sociedad. “Jesús, cuando estés en el paraíso acuérdate de mí”.

-“Te aseguro que hoy estarás conmigo en el reino de los cielos”. Entonces, sí crees en él.

Señor oficial, si no es mucha molestia, agradecería que antes de mi ejecución me ayudara a resolver esta tormentosa duda, y por fin decidir si convocar a un rabino o a un sacerdote para darme ese asesoramiento espiritual que usted tanto aclama.

-Tú no necesitas algo como eso. Comprendiste cual es tu lugar, es suficiente para Él.

¡Grandes genocidas! ¡Santos arrepentidos! Todos irán al Reino de los Cielos si así se lo permitimos. Aun así, yo merezco que Lucifer me pique los ojos, usted así lo cree, no obstante, me ofrecen el arrepentimiento. No lo haga, escúpame en la cara y váyase de mi celda. O bien, sea buen cristiano, tal vez y dentro de cuarenta años yo sea el que lo reciba en las enormes puertas del Paraíso.

-No todos merecen el perdón. Los bastardos como tú son cenizas en las brasas del infierno.

Sienta esa furia que a todos nos seduce. Dios no existe cuando estamos enojados, a menos que te molestes con Él, claro. No eres Job, no soy una prueba de fe, puedes escoger entre el camino seguro y el probablemente.

-¡Dios es el único camino seguro!

Yo soy Mefistófeles, pero probablemente nunca conozcas a San Pedro. Abres esta jaula y me rompes el brazo para que cierre la boca o nos cenamos una langosta juntos.

-Tú… tú no puedes negociar…

Te doy la oportunidad, solo tienes que darme la mano.

-¡Oh, Satanás! Adorarás al Señor Dios Tuyo, y a él solo servirás.

¡Bien hecho! Lo hiciste.